Durante el proceso de presión política llevado a cabo sobre las diferentes instituciones públicas andaluzas, la PALT ha sido testigo de que en demasiadas ocasiones se afirma con rotundidad la inocuidad de los cultivos y alimentos modificados genéticamente (MG) y, por el contrario, se exige a las organizaciones que trabajan por una alimentación segura y soberana, la presentación de artículos científicos sobre evaluación de riesgos ambientales y sanitarios − publicados en revistas de impacto − que contradigan esa afirmación.
De ese contexto emana esta publicación, que nace con el objetivo claro de informar a la sociedad civil, y a los responsables políticos, de los posibles riesgos para la salud que entraña un sistema agroalimentario con transgénicos, haciéndolo de manera comprensible, accesible, completa y resumida.
Para ello, en primer lugar, da una serie de motivos para reclamar un sistema agroalimentario libre de transgénicos en Andalucía. En segundo lugar, recopila la información disponible sobre los cultivos y alimentos MG que están presentes directa o indirectamente en la vida de la población andaluza, haciendo hincapié sobre las características de las modificaciones genéticas que tienen incorporadas. Continúa con una compilación de artículos científicos publicados sobre la influencia que tiene una alimentación y agricultura transgénicas sobre la salud, en términos de toxicidad, respuesta inmune y alergenicidad, propagación de resistencias a antibióticos y transferencia genética horizontal y contenido en residuos tóxicos. Por último, ofrece algunas pinceladas sobre la evaluación de riesgos para la autorización de transgénicos para su cultivo y/o comercialización en Europa así como los elementos precautorios presentes en determinados acuerdos internacionales en materia de OMG.
Como verán a continuación existen evidencias suficientes que, cuanto menos, muestran las incertidumbres, riesgos, peligros e insuficiencias que entraña el uso de esta tecnología en la agricultura y alimentación a escala planetaria. Aplicada al sistema agroalimentario tiene impactos impredecibles y puede causar daños irreversibles. Como dijo la Dra. Álvarez-Buylla − conocida genetista molecular mexicana − en una ponencia en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), el 14 de mayo de 2014, “La falta de evidencia no es evidencia de inocuidad”.
Un sistema agroalimentario basado en los organismos modificados genéticamente está desfasado y obsoleto. La alimentación, agricultura, ganadería, transformación y distribución libre de transgénicos es la opción más sensata para este territorio. La apuesta de futuro son las producciones ecológicas y sostenibles de las que Andalucía es y debe seguir siendo un gran referente.
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