[Traducción no oficial]
El lunes, 6 de mayo, la Comisión Europea va a votar sobre una propuesta de reforma de la normativa sobre semillas. La legislación europea actual permite sólo las semillas seleccionadas para el cultivo con grandes cantidades de productos químicos. Esto afecta a la conservación de la biodiversidad agrícola, la salud, el medio ambiente y la autonomía de los agricultores. Las Semillas patentadas son una amenaza que podrían destruir el derecho a la alimentación en beneficio económico de unas pocas multinacionales. Por el contrario, la reforma que se necesita con urgencia, es aquella que que proteja las semillas campesinas.
Pero los documentos no oficiales que han sido puestos a disposición del público alarmaron seriamente a la Coordinadora Europea Vía Campesina. Sin cambios sustanciales, que no hará sino agravar la confiscación de todas las semillas patentadas por una industria que sólo sueña con los transgénicos.
Esta es la razón por la que la Coordinadora Europea Vía Campesina insta a los miembros de la Comisión Europea:
Reconocer y proteger el derecho de los agricultores y jardineros para intercambiar libremente sus semillas. Estos intercambios son esenciales para la mejora por parte de los agricultores que garantiza la renovación constante de la biodiversidad de los cultivos. Este es el único tipo de cultivo que permita que las plantas se adapten a la extrema diversidad de los suelos y el aumento de la variabilidad del clima, sin tener que recurrir fertilizantes químicos y pesticidas.
Permitir la comercialización sin restricciones geográficas o cuantitativas de los agricultores, semillas orgánicas, locales o tradicionales. Esta comercialización está prohibida actualmente por las normas de homogeneidad y estabilidad de las variedades del catálogo, mientras que las semillas deben ser protegidos contra la biopiratería y el fraude.
Frenar a las demandas de las empresas multinacionales de semillas. Ellos quieren tomar ventaja de las nuevas discusiones sobre los acuerdos de libre comercio transatlántica para invadir el mercado europeo de semillas patentadas y transgénicos.
Asegúrar de que las regulaciones comerciales y sanitarias no se utilizan en beneficio de los titulares de patentes y derechos de obtentor que quieren prohibir a los agricultores el uso de semillas guardadas de su propia cosecha, o extorsionar a través el pago de royalties.
La Comisarios no deben aprobar esta propuesta legislativa si no se reconoce el derecho de los agricultores a intercambiar semillas, y para permitir comprar semillas orgánicas, locales o tradicionales en los mercados agrícolas y proteger estas semillas contra las patentes. Si no se hace esto, la soberanía alimentaria no será posible, y los ciudadanos de Europa no serán capaces de hacer frente a los desafíos agrícolas en los años venideros.