Nosotras y nosotros, agricultores/as, consumidores/as, dinamizadores/as del medio rural, investigadores/as, miembros de la sociedad civil, y provenientes de las distintas comarcas y provincias de Andalucía, reunidos en Galaroza (Huelva), del 26 al 28 de septiembre de 2014, durante la XI Feria Andaluza de la Biodiversidad Agrícola.
Nos unimos a las Declaraciones de Priego de Córdoba (2008), Abla (2009), Castril (2010), Sevilla (2011), Ronda (2012) y Sanlúcar de Barrameda (2013) en los siguientes términos:
Declaramos que la erosión genética afecta gravemente a la pérdida de biodiversidad agrícola y conocimientos campesinos tal y como ha sido constatado por parte de organismos e instituciones a todos los niveles, desde la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) a la propia Junta de Andalucía en el Libro blanco de los Recursos Fitogenéticos con riesgo de erosión genética de interés para la Agricultura y la Alimentación en Andalucía.
Pedimos que se defienda el conocimiento campesino, y muy especialmente el relacionado con el uso sostenible de biodiversidad agrícola. Estos saberes son indispensable para evitar la degradación de la cultura local andaluza en sus aspectos productivos, culinarios y gastronómicos, de usos de la tierra y de conformación de paisajes.
Manifestamos el apoyo a las Redes de Resiembra e Intercambio y bancos locales de semillas como una de las piezas claves para el mantenimiento de la biodiversidad cultivada.
Nos oponemos a las patentes y a los transgénicos en la agricultura y la alimentación, porque imposibilitan la soberanía y seguridad alimentaria de nuestros territorios. Para evitar los daños irreparables que puede provocar la contaminación de organismos modificados genéticamente es urgente prohibir el uso de transgénicos en la agricultura, la alimentación y el medio ambiente tanto a nivel experimental como productivo. En este sentido exigimos a la Junta de Andalucía que respete los dictámenes parlamentarios de 2013 y 2014 y que ponga en marcha mecanismos políticos, administrativos y legales que erradiquen los cultivos transgénicos en Andalucía.
Nos sumamos a la Campaña “Cultiva Diversidad. Siembra tus Derechos” y a la 4ª Semana por la Biodiversidad Agrícola que están liderando numerosas organizaciones a nivel estatal. Por ello asumimos enteramente el Manifiesto por el derecho de los agricultores y agricultoras a utilizar sus variedades tradicionales y a vender sus propias semillas.
Así, instamos a la Junta de Andalucía a poner en marcha las políticas necesarias para hacer efectivos los Derechos de los agricultores y agricultoras a conservar, utilizar y comercializar variedades tradicionales. Estos recursos genéticos agrícolas deben poder formar parte de sus medios de vida.
Pretendemos inducir un cambio en normas jurídicas y en las políticas gubernamentales que consideramos injustas a la luz de los principios que rigen nuestra vida social, y con los fundamentos constitucionales del Estado democrático.
Por ello, promovemos la venta de semillas por parte de los propios agricultores y agricultoras como un acto público, no violento, consciente y político, contrario a la ley, cometido con el propósito de ocasionar el cambio en la legislación y la actuación del gobierno. Actuando de este modo apelamos al sentido de justicia social y ambiental, y declaramos que, según nuestra opinión, los principios de la cooperación social entre personas que hacen posible el pleno derecho a la alimentación no están siendo respetados al prohibir a los agricultores y las agricultoras la venta de sus semillas. Las variedades tradicionales son un recurso esencial para obtener alimentos sanos, respetando el ambiente mediante el uso correcto de los recursos naturales, potenciando la cultura rural, los valores éticos y la calidad de vida.
Además, instamos al Gobierno andaluz a que desarrolle mecanismos políticos, administrativos y legales que apoyen la gestión dinámica de las variedades locales en el marco de una agricultura campesina. En particular:
• El respeto la venta directa de sus semillas por parte de agricultores y agricultoras como complemento de su actividad. Esta actividad debe quedar fuera del ámbito de aplicación de la legislación de semillas y debe estar exenta de las mismas exigencias que el resto de operadores.
• El apoyo a las microempresas artesanales que producen y comercializan semillas de variedades locales, con reglas adaptadas a su actividad, completamente diferente a la que realizan las grandes empresas de semillas de producciones deslocalizadas y distribución kilométrica.
• Son necesarias nuevas reglas adaptadas para la producción y comercialización de semillas y variedades para la agricultura ecológica y para la agricultura a pequeña escala.
• Las personas productoras y consumidoras deben tener la posibilidad de elegir los alimentos que consumen y las plantas que cultivan. Demandamos transparencia en los métodos de selección utilizados para generar las variedades y la propiedad intelectual que restringe su uso. Esta información debe constar obligatoriamente en el etiquetado.
• Mantenimiento de los sistemas públicos de conservación de los recursos genéticos y de control y certificación de las semillas.
• El apoyo, la recuperación, puesta en valor y desarrollo del saber hacer de las mujeres y hombres del campo de hoy y del mañana.
Galaroza, 28 de septiembre de 2014